Fuerteventura ha conseguido acortar este largo invierno. El tiempo es algo que cada vez estimo más, quizás por todo el tiempo pérdido durantes estos últimos años. Aquí mirando las casitas y pequeños pueblos, en un paisaje tan desolador pero con tanto encanto he disfrutado de mi tiempo libre.
Tiempo para no pensar y desconectar de todo, esta vez (la 3º vez que la visito) disfruté de sus playas y de su gastronomía.
Volveremos sin tardar mucho a la "isla majorera".